Tan solo una hora y media después de aterrizar en el aeropuerto de Heathrow, subíamos al Airbus 380 800 de la misma compañía, que nos llevaría a Los Ángeles.
El viaje fue excelente, aunque largo. Bueno, tuvimos unas turbulencias considerables al final, una hora antes de llegar, en un momento en el que estábamos tomando un zumo y... ¡a todos se nos cayó encima! Durante el vuelo aprovechamos para ver varias películas, entre ellas Whiplash, que no habíamos podido ver en España y era candidata a mejor película.
Llegamos a Los Ángeles y, al salir del aeropuerto, nos esperaba un chófer que nos llevó hasta el coche. ¡No era una limusina, pero casi! ¡Y nosotros, como el Ecce Homo (de Borja, por supuesto) por culpa de las turbulencias!
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