La música de este blog es del disco "La bandada Mancini"

viernes, 27 de febrero de 2015

LUNES 23, DE TURISTAS POR LOS ÁNGELES

La mañana del día 23 amaneció en Los Angeles con sol y un aparente buen tiempo. Nada que ver con la lluvia de la noche anterior.
Decidimos tomarnos el día con calma, porque estábamos bastante cansados, así que empezamos con un buen desayuno. Los camareros eran muy simpáticos y, a pesar de que llevábamos solo tres días allí, ya teníamos nuestro rinconcito especial al fondo del comedor.


Comenzamos nuestro periplo visitando el Los Angeles County Museum, conocido como LACMA. Es un museo enorme, con varios edificios y, sobre todo, para los turistas, destacado por el grupo de farolas que tiene en la entrada. Nosotros fuimos por la mañana, pero seguro que de noche, con las farolas encendidas, es espectacular.


Vimos sólo algunas salas, entre ellas las de Arte Contemporáneo, donde pudimos apreciar la obra de Magritte "Ceci n'est pas une pipe", una "Mujer llorando con pañuelo" de Picasso o un espléndido muro de cerámica de Matisse, entre otros.


Para salir del LACMA, recorrimos un sendero que nos llevó directos del Pabellón de Arte Japonés a nuestra siguiente visita: el parque La Brea también llamado Hanckock Park. Se trata de un parque público en el que hay una serie de lagos de brea, de alquitrán, que sirvieron desde la Edad de Hielo para conservar, atrapados en ellos, todo tipo de animales, la mayoría desparecidos hoy en día. El parque tiene un olor especial, como si estuvieran siempre asfaltando, y es impresionante si te quedas un rato observando la superficie del lago principal, porque aparecen burbujas enormes y, de pronto, una pequeña pero sonora explosión de gas metano. En ese mismo lago hay una representación de una familia de mamuts quedándose atrapados en la brea. Actualmente siguen excavando en busca de fósiles (tienen millones de huesos) y reconstruyendo esqueletos de los animales.
Allí mismo, en el parque, está el Page Museum que explica su historia. Es interesantísimo. Además de poder ver los esqueletos reconstruidos y montones de piezas de todos los tamaños, puedes ver a los científicos, geólogos y biólogos trabajando in situ, porque hay una cristalera desde la que se puede observar el laboratorio.


Al parecer, el nombre de La Brea, viene de los antiguos dueños del terreno, al que llamaron Rancho La Brea (por razones evidentes) y que se dedicaron a explotar el yacimiento de alquitrán.

Desde el parque Hancock, fuimos dando un paseo hasta el Farmers Market. Se trata de caminar sólo una manzana, pero al estilo Los Ángeles, es decir, que puede que en plano esté todo muy cerca, pero andando, no. Aún así, el mercado es muy curioso y ofrece la oportunidad de poder comer a buen precio y con mucha variedad, ya que hay comida asiática, árabe, judía, las típicas hamburguesas y hasta un bar español. Y mezclado con estos puestos, se pueden encontrar carnicerías, panaderías, tiendas de regalos, de jabones, etc. Un lugar pintoresco dentro de la gran urbe. Lamentablemente, como lo que teníamos era hambre, ¡no se nos ocurrió hacer ninguna foto!



La foto del mercado es de static.panoramio.com

Desde allí, teníamos la idea de subir al observatorio Griffith para ver anochecer, así que, siguiendo la información que nos había proporcionado internet, nos fuimos a la parada de autobús correspondiente. Tras esperar más de media hora, nos pareció raro que tardase tanto y  preguntamos a un conductor. Ese autobús sólo funcionaba los fines de semana y, la única posibilidad de llegar al observatorio era con otra línea y caminando luego aproximadamente media hora. Valoramos la situación y, teniendo en cuenta que yo estaba coja, casi era de noche y apenas llegásemos, tendríamos que regresar, decidimos dejar pendiente esa visita para nuestro próximo viaje a Los Ángeles que espero que sea pronto.
Al volver hacia Sunset Boulevard, paramos un ratito en el espacio de la Alfombra Roja. Habían desmantelado casi todo, aunque aún no se podía pasar. Por cierto, vimos a los operarios que volvían a colocar una enorme farola que habían tenido que retirar para la celebración. Supongo que cada año, para poner en marcha el montaje de los Oscars, necesitan hacer este tipo de arreglos. También vimos cómo habían aparecido por toda esa zona un gran grupo de "homeless" que vagaban, pedían o se estaban tranquilamente sentados en el suelo. Una de las cosas que más nos ha llamado la atención de la ciudad de Los Ángeles es la cantidad de mendigos y vagabundos que habitan sus calles. Y no sólo en las principales, los hay por todas partes. Supongo que influye el clima benigno y la falta de ayudas sociales, pero es la otra cara de la moneda de un lugar conocido mundialmente por su glamour, su riqueza y su lujo.






Dimos un paseo buscando la estrella de nuestro compositor de música para cine favorito, el gran  Henry Mancini, pero nada, no la encontramos. Sin embargo vimos muchas otras, sirvan de ejemplo estas de Javier Bardem  o Michael Jackson 







Para terminar el día, habíamos quedado con Almudena Ariza, la corresponsal de Rtve en Nueva York, que estaba cubriendo la información de los Oscars y a la que habíamos saludado en la Alfombra Roja. Fuimos a tomar algo con ella a un bar mejicano frente al hotel. Es encantadora y pasamos un rato estupendo hablando de cine, de música y de los Oscars del día anterior.





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